Maquinaria agrícola, es la que se utiliza para labrar la tierra, plantar, cultivar y recolectar la cosecha. Desde la antigüedad, cuando las civilizaciones comenzaron a cultivar plantas, el ser humano ha empleado herramientas que le facilitaban las labores agrícolas. Utilizaba herramientas puntiagudas para cavar y mantener la tierra aireada, y objetos afilados para cortar la cosecha. Estos útiles primitivos, modificados y desarrollados, son las herramientas manuales que todavía se utilizan en cultivos a pequeña escala, como la pala, la azada, el rastrillo y la guadaña. También se han modificado instrumentos más grandes como el arado y grandes rastrillos tirados por personas, animales o máquinas sencillas. Ver Agricultura.


Las grandes máquinas agrícolas modernas, preparadas para los métodos de cultivo a gran escala, se mueven mediante motores de combustión interna de gasolina o diesel. La máquina principal de la agricultura moderna es el tractor. Proporciona fuerza motriz a otras muchas herramientas que se pueden conectar a él, como moledoras, bombas y generadores eléctricos. Las máquinas pequeñas, como los aspersores portátiles, suelen llevar su propio motor.

Herramientas para cultivar 


Se han desarrollado muchos tipos de herramientas para las labores de cultivo, como arar la tierra, sembrar, escardar, fertilizar y eliminar insectos y parásitos.

La tierra se abre con el arado para preparar los semilleros. Éste consta de una pieza con forma de cuchilla, llamada reja, que corta el suelo, levanta, gira y orea la tierra. Los tractores llevan dos o más arados para hacer varios surcos a la vez y así preparar más tierra de una pasada. Las gradas se utilizan para allanar la tierra arada, y a veces para cubrir las semillas y los fertilizantes con tierra. La grada de disco, que tiene discos afilados de acero, se utiliza para eliminar residuos antes de arar y para enterrar las malas hierbas durante la preparación de los semilleros. También se emplean rodillos con ruedas en forma de U que rompen los terrones de suelo y mejoran la aireación de la tierra para que absorba más agua.


Los fertilizantes se echan durante el invierno o un poco antes de la siembra. Los fertilizantes comerciales se suelen distribuir, junto con las semillas, mediante perforadoras y plantadoras. El estiércol se distribuye mejor con un propagador, que es un contenedor con una cinta transportadora en el fondo que arrastra el abono a un batidor que lo desintegra y lo dispersa por el suelo.

Cuando la cosecha ha empezado a crecer, se utilizan los cultivadores para eliminar las malas hierbas y orear la tierra. Los quemadores producen chorros de aire caliente que destruyen las malas hierbas que crecen alrededor de la cosecha, y se pueden utilizar en cultivos en los que la planta tenga tallos fuertes que resistan el calor, como el algodonero (véase Algodón). Otra manera de destruir las malas hierbas es con herbicidas químicos, que se aplican pulverizados o en grano (véase Control de malas hierbas).

Los insecticidas se aplican a las plantas y al suelo en grano, en polvo o en forma de líquido atomizado (véase Control de plagas). Se utilizan muchos tipos de máquinas para distribuir estos compuestos químicos por los cultivos. Estas máquinas pueden ser independientes o accesorios del tractor. En los cultivos muy extensos, los pesticidas se esparcen pulverizados con avionetas.



Herramientas para cosechar 


Casitodos los cereales se cosechan con la trilladora segadora o cosechadora. Es una máquina que arranca el fruto, separa las semillas y limpia el grano según se va moviendo por el campo. El grano limpio se acumula en un depósito.

En el caso del trigo, la trilladora segadora corta las espigas de los tallos y las descascarilla; las espigas pasan a un pelador que separa la piel del grano y éste pasa al depósito.